Santuario: el reino mortal 

Inarius y la piedra del mundo

Las últimas páginas del libro de Kalan contienen un poema épico que habla de Inarius, el ángel renegado.
Los relatos de la vida de Inarius cuentan que ocupaba el puesto de consejero del Consejo de Angiris y servía bajo el mando de Tyrael el arcángel de la Justicia.

Está escrito que tras eones de guerras y tras presenciar incontables actos de brutalidad Inarius se convenció de que el conflicto eterno era injusto y debía tocar a su fin. Con dicha idea en mente buscó a otros que compartieran su punto de vista. Con el tiempo, reclutó no solo ángeles, sino también a demonios -por increíble que parezca- y estos se unieron a su cruzada blasfema 

Sin embargo uno de ellos sobresalía de entre los demás. Mientras se encontraba herido o abandonado en algún ruinoso puesto avanzado de la fortaleza del Pandemonium, Inarius conoció a la demonio Lilith. Lilith, harta de soportar el incesante odio de Mefisto, su padre, llevaba desde tiempos inmemorables aguardando la oportunidad de rebelarse. 

Y así fue como tuvo lugar un extraordinario evento sin precedentes: por primera vez, los participantes en el Conflicto Eterno no sólo dejaron sus diferencias de lado, sino que se aliaron. A pesar de su naturaleza opuesta, hallaron un lugar común que les permitió colaborar.

La leyenda cuenta que Inarius y Lilith se enamoraron. Cuesta de imaginar, pero aquella alianza alteró el curso de la guerra, de la realidad y de la mismísima existencia. 

Inarius y Lilith se juraron lealtad y prometieron escapar del Conflicto Eterno. Unidos bajo un mismo objetivo, reunieron a sus compañeros renegados y, o bien llevaron a cabo una campaña para hacerse con el control de la Piedra del Mundo, o emplearon algún tipo de engaño para acceder a la cámara protegida de la Piedra, situada en la Fortaleza del Pandemonium.

-Libro de Caín-